Me aburre caminar derecho, por eso me inventé tu espina.
Y no es una, son tres; una en la frente, otra en el pecho, y la última en el vientre.
Y es que no se si te pienso, te quiero, o solo te deseo.
No te preocupes, al rato te me olvidas y cuando vuelva a caminar derecho, volverás a aparecer. Como un fantasma.
Pudiste haber sido tu o cualquier otro, pero tienes la cabeza hecha bolas, tienes un lado obscuro al que quiero ir, un laberinto lleno de temblores y sorpresas.
Ahí, es imposible caminar derecho.
CHANGES
Hace 8 años
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